Salta, 2 de noviembre de 2025 – El Ministerio de Economía de Salta define el rumbo financiero para el 2026 en medio de la «motosierra» federal, y el mensaje es claro: la provincia tiene cintura propia. El ministro, Roberto Dib Ashur , quien reivindica su origen como «profesor de la academia» , puso en números la gestión y dejó algunas definiciones potentes sobre el futuro.
La Plata es Poca y Hay que Cuidarla
Salta lleva casi seis años con las cuentas en orden. El ministro remarcó la importancia de la planificación provincial: «La Provincia tiene equilibrio hace cinco años y nueve meses ya. Es una provincia que planifica siempre». Esta orden permitió, incluso, reducir la deuda provincial en 300 millones de dólares , pasando de u$s 640 millones a u$340 millones.
Sin embargo, el equilibrio tiene su costo social. Dib Ashur, en una entrevista reciente concedida al diario El Tribuno, reveló cómo la desidia nacional impactó en Salta: tuvieron que usar recursos propios para terminar 2.000 viviendas que había dejado el Gobierno central.
«Perdimos cantidad de obras en definitiva, porque de esas 2.000 viviendas que tuvimos que salir a terminar… bueno, otras obras tuvieron que esperar hasta que se termine.»
Esta realidad subraya cómo la provincia tuvo que destinar fondos de su caja para cubrir el derecho a la vivienda , postergando otras necesidades de infraestructura.
El presupuesto 2026: anclado a lo social
El borrador del Presupuesto 2026, que se terminará de definir esta semana con intendentes y legisladores, rondará los casi cuatro billones de pesos . El crecimiento proyectado es modesto, apenas un 10,1% , ajustado a la estimación inflacionaria de la Nación.
El Estado provincial reafirma su rol de sostén: los gastos principales se concentrarán, como siempre, en Educación, Salud y Seguridad . Y es que el aparato público es un pilar fundamental en Salta, donde la masa salarial (que incluye a 31.000 docentes y personal de seguridad/salud) representa cerca del 60% del gasto total .
Beneficios impositivos y cero euforia
En un guiño al sector productivo, la Provincia redujo el impuesto a Ingresos Brutos en un 20% para el 95% de los comercios . Además, eximió del pago por un año a 3.400 nuevos contribuyentes y mantuvo el «cero» en rubros clave como la Agricultura y la Minería, con el fin de fomentar la inversión.
En cuanto a la macroeconomía, el ministro se muestra cauteloso y pide bajar los decibeles.
«No espero una gran reactivación inmediata, pero sí mejora y expectativa positiva. Hay que ser austeros estos meses.»
La conversación y los 47 mil millones
El funcionario celebró que hoy existe una «apertura mayor al diálogo» con el Gobierno Nacional, lo que ayuda a calmar «la sociedad y los mercados». Pero la diplomacia tiene su límite, y Salta puso en la mesa los reclamos urgentes:
- Que Nación retomó las obras de infraestructura prioritarias que había paralizado.
- Que pague la deuda de $47.000 millones que tiene con la provincia por la compensación del Impuesto a las Ganancias.
Finalmente, al ser consultado por su continuidad en el cargo, el ministro se sinceró y puso su vocación por encima de la política.
«Si me preguntás qué soy, soy profesor.»
Una declaración que, más allá de la tecnocracia, su esencia pasa por la enseñanza y la academia pero que cobra varios interpretaciones si tenemos en cuenta que todos los ministros del gabinete al que pertenece, presentaron su renuncia al gobernador Gustavo Sáenz para que éste pueda tomar las mejores decisiones en torno al equipo que lo acompañará en los años de mandato que le quedan.
